Recién hoy, miércoles 3 de agosto, puedo escribir nuevamente ya que he regresado al trabajo en el colegio. Para no dejar de lado mi blog y estar un poco menos estresado, he conseguido un reemplazo por dos días a la semana y honestamente, en un principio pensé en dejar el colegio totalmente. No obstante, el lunes sucedió algo que quizás imaginé, pero que definitivamente superó mis expectativas.
Yo, honestamente, el lunes fui con pocas ganas de trabajar. Creo que me estoy volviendo más perezoso de lo que ya soy. Sin embargo, al llegar sentí nuevamente la magia de la infancia. Como escribí en mi cuenta de facebook: “Extraño las tiernas estupideces de mis niños”, y sin duda alguna esto fue cierto. Esto me motivó mucho para seguir adelante.
Desgraciadamente creo conveniente no escribir los nombres de mis alumnos, aunque me encantaría para que mis lectores los conozcan. Pero créanme que tengo un salón increíble. Me refiero en el cual soy tutor.
Por fin pude aprenderme el nombre de todos y relacionarlos con sus caras. Es que resulta que sólo les enseño por 40 minutos a la semana, los veo bastante poco en realidad, pero trato de hacer lo mejor posible para que pueda involucrarme un poco en sus vidas. A veces, inclusive, me quedo conversando hasta altas horas con los padres de familia, sobre todo con un par de señoras que me confían un poco las intimidades de sus hijos y nietos, y de este modo, yo trato de ayudar y aconsejar un poco a los niños y niñas, y los padres me piden consejos para esto, y aunque no me considero el hombre más experimentado en el mundo, creo que, al analizar su comportamiento y con la confianza que me dan, puedo ayudar en algo a la educación y a la formación de los alumnos, y esto, para mí, no tiene precio.
Quizá ser profesor de francés en un colegio particular no me dé mucho dinero, pero lo compensa de sobremanera la alegría de mis chicos y chicas de todos los cinco locales en donde trabajo. Desgraciadamente he tenido que sacrificar los locales de los días miércoles y de los jueves porque ando muy estresado y el neurólogo fue muy claro al momento de hablar sobre mi salud, además que puedo obtener el triple de ganancia trabajando mucho menos en estos días jeje.
En fin. Quería que conozcan a los alumnos de quienes estoy a cargo, pero insisto en que es mejor respetar su privacidad. Sólo les puedo decir que es un 4 ”A” de primaria de una escuela particular en el norte de Lima.
David J. Díaz.
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